viernes, 13 de enero de 2012

"Si está tan loca como dice, ¡guárdaselos tú!"

Bueno, hoy día desperté poco antes de las 12. Recordé que darían Casi Famosos a las 12:15, así que decidí levantarme tarde, ya que mi mamá no me había llamado por teléfono a hacer trámites, como dijo que haría de hacer falta. Así que bajé, me hice mi café con leche, subí un pan, me volví a meter a la cama, prendí la tele y el PC. Vi quince minutos de los Mythbusters y luego vi Casi Famosos... Todo estaba bien...
Hasta que a la una y cuarto mi abuela me pregunta por qué no había ido al DAEM.
Revisé el celular... No, ninguna llamada perdida de mi mamá. ¿Qué diantres tenía que hacer en el DAEM?
"Tienes que ir a buscar unas colillas de pago de tu mamá. Apúrate, que cierran a las 2."
Y el Registro Civil, probablemente, igual cierra a esa hora...
Corriendo, bajé, me vestí y partí la caminata al DAEM, que queda, por fortuna, en la cuadra siguiente hacia la derecha de mi casa. Caminé rápido y, de inmediato, supe que el no echarme bloqueador había sido un gran error. En fin, llegué antes de la 1 y media... Pero no tenía en cuenta que tenía que sobrevivir toda la burocracia primero. Entré, me dijeron donde ir, caminé por el pasillo, a la izquierda, crucé el patio, la escalera, entré a una sala, no, la de al lado. Ah, bueno, dile al que está al lado que lo imprima. Bajar la escalera, cruzar el patio, cruzar el pasillo, ¿me pueden fotocopiar esto? Esperar un rato, 13:28, comenzar a entrar en pánico, recibir las fotocopias, volver a cruzar el pasillo, el patio, la escalera, segunda sala. "Dile a tu mamá que no le podemos sacar los papeles cada vez que quiera". "Dijo que le dijera que usted sabe que está loca". "Bueno, si está tan loca como dice, guárdaselos tú". "Gracias... Cierto, sabe a qué hora cierra el Registro Civil?" Y con cara de "imposible que llegues", me responde que a las 2.
Bueno, aún hacía calor cuando salí del DAEM, así que caminar rápido a mi casa fue algo doloroso. Entré, dejé los papeles en el escritorio, revisé que aún tuviera los 700 pesos en el bolsillo, y fui a la cocina a tomar agua antes de salir de nuevo. Cuando volví a la calle, ahora en dirección a la izquierda de mi casa, ya eran las 13:48. Tenía una idea de dónde estaba ubicado el Registro, pero no estaba del todo segura. Así que simplemente caminé hasta que llegué a una plaza, donde vi un cartel que decía que hacia dentro estaba el Registro. Y caminé. Y caminé. Y apenas vi a la distancia el cartel de la casa exacta, eché a correr. Entré, a las 13:53 cansada, y saqué número. Fila equivocada, esa era para sacar carné. Saqué número, justo cuando decidieron sacar el coso, para que no llegara más gente. Y me tocó.
"Certificado de nacimiento con observaciones, que diga que no soy reconocida por el padre..."
Resulta que eso ya no existe. Así que había corrido de más. Genial. Volví a mi casa, caminando lento. Llegué, me duché, me cambié la polera. Me sequé el pelo, y a almorzar.
Estábamos a mitad del almuerzo, cuando a mi abuela le dolió mucho el pie, de la nada. Para evitar que se parara, me dediqué a servir yo los platos de ñoquis de ella y mi tata. Luego, la obligué a acostarse, y me dediqué a lavar la loza... Lo que no tenía en cuenta, era que el lavaplatos (y la cocina en general) era un desastre. Pero bueno, lavé, recordando el porqué usualmente no lo hacía: El lavaplatos me queda chico, generando un ligero dolor de espalda. Fui a ver a la abuela, vi que estaba mejor, y, sintiendo un súbito antojo de jugo de limón, fui al super a comprar. Sólo había sin azúcar, lo compré igual, volví, hice el jugo, me serví, subí a mi pieza y, al fin, me senté. Y ahora estoy en una especie de coma, cansada.
La adultez apesta.

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