miércoles, 30 de noviembre de 2011

Nobody said it was easy, no one ever said it would be this hard

Increíble como la realidad se fragmenta tan fácilmente al leer símbolos impresos en un insignificante trozo de papel, ¿no?
Esas fueron las últimas palabras de mi última entrada. Y me doy cuenta de que fue un error cuestionar este hecho. No hace falta un vocabulario muy elaborado, ni siquiera hacen falta palabras muy difíciles. En mi caso, las palabras que me hicieron reflexionar sobre esto fueron pocas, pero fuertes: Vale falleció.
Ustedes se preguntarán quién es Vale. Vale era una chica que tenía cuenta en mi foro. Era venezolana, le gustaba Green Day y solíamos tocar guitarra por Skype. Su canción era The Scientist, y su futuro hijo el Santiago. Su vida no era simple, asumo que los problemas terminaron por sobrepasarla, y antes de que cualquiera de quienes la conocíamos y la queríamos pudiésemos hacer algo (distancia, distancia), Vale se nos había ido a los cielos.
Esto fue ayer. El Seba siempre me ha dicho que le tiene miedo a los dolores de cabeza, porque suelen predecir malas noticias. Mi cabeza me dolió parte del lunes y todo el martes, especialmente los minutos antes de enterarme de la noticia. Creo que el motivo por el cual empezó a pasar después, fue por el shock. Estuve el resto de la tarde/noche en piloto automático, con los ojos llorosos y preguntándome el porqué no pasó nadie cerca en el momento adecuado. Al menos no soñé nada relacionado al tema, pero cada vez que desperté tenía a la Vale en mente, recordando las conversaciones por Skype con ella y Carla, recordando sus conspiraciones, el Team Dora, su amor por Just like heaven, los desafíos que me hacía... Dios, ahora me pesa en la conciencia no haberme aprendido nunca el solo de Dry Ice, o haber pospuesto tanto el grabar el camino de mi pieza al segundo piso, que tanto la intrigaba.
Vale, quiero creer en un más allá que te permita la omnisciencia suficiente como para saber lo mucho que te queríamos, pese a que, al menos yo, lamento no habértelo dicho más. Ojalá estés realmente en un lugar mejor, que te permita ser feliz y estar en... Bueno, paz.
Dames se despidió de nosotros el martes con palabras que, básicamente, decían: Ustedes tienen algo muy importante, que no todos tienen: Salud. Aprovéchenla, disfruten la vida. Si algo aprendí de esto, es que hay que aprovechar la vida que tenemos... Y que la amistad es un sentimiento muy bonito, sentimiento que me ha mantenido andando estos dos últimos días, creo que a mí y a todos los del foro que la conocíamos bien.
Pido un minuto de silencio por Vale. Y luego, una vez más, las canciones que me la recuerdan: The scientist de Coldplay y Just like heaven de The Cure

lunes, 28 de noviembre de 2011

De otros lados.

¿No les ha pasado que, al estar leyendo un libro bueno, quedan tan metidos en la historia, que, cuando dejan de leer, sienten que son arrancados bruscamente de la verdadera realidad? Bueno, eso me pasó el domingo. Iba en la micro leyendo Rayuela, y, para mi horror, Rocamadour murió. Y justo cuando la Maga se dio cuenta, la micro llegó a mi paradero, y tuve que bajarme...
El camino del paradero al mall mismo es corto. Bueno, no es lo que se le considera largo. Pero algo me pesaba. Rocamadour estaba muerto, Oliveira estaba siendo un imbécil, y la gente del camino al mall reía, y yo me sentía como que a mí se me hubiera muerto alguien, como que debería estar llorando la muerte del pobre niño...
Menos mal la Ale ya había llegado, que si no era capaz de seguir leyendo el bendito libro para saber qué pasaba y haber sufrido más al darme cuenta que ya no había nada qué hacer. Increíble como la realidad se fragmenta tan fácilmente al leer símbolos impresos en un insignificante trozo de papel, ¿no?

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Rayuela - Capítulo 93 (fragmento)

Pero el amor, esa palabra... Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fájate. Pero fijate bien, porque no es gratuito.
¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto. Pero estoy solo en mi pieza, caigo en artilugios de escriba, las perras negras se vengan cómo pueden, me mordisquean desde abajo de la mesa. ¿Se dice abajo o debajo? Lo mismo te muerden. ¿Por qué, por qué, pourquoi, why, warum, perchè este horror a las perras negras? Miralas ahí en ese poema de Nashe, convertidas en abejas. Y ahí, en dos versos de Octavio Paz, muslos del sol, recintos del verano. Pero un mismo cuerpo de mujer es María y la Brinvilliers, los ojos que se nublan mirando un bello ocaso son la misma óptica que se regala con los retorcimientos de un ahorcado. Tengo miedo de ese proxenetismo, de tinta y de voces, mar de lenguas lamiendo el culo del mundo. Miel y leche hay debajo de tu lengua... Sí, pero también está dicho que las moscas muertas hacen heder el perfume del perfumista. En guerra con la palabra, en guerra, todo lo que sea necesario aunque haya que renunciar a la inteligencia, quedarse en el mero pedido de papas fritas y los telegramas Reuter, en las cartas de mi noble hermano y los diálogos del cine. Curioso, muy curioso que Puttenham sintiera las palabras como si fueran objetos, y hasta criaturas con vida propia. También a mí, a veces, me parece estar engendrando ríos de hormigas feroces que se comerán el mundo. Ah, si en el silencio empollara el Roc... Logos, faute éclatante. Concebir una raza que se expresara por el dibujo, la danza, el macramé o una mímica abstracta. ¿Evitarían las connotaciones, raíz del engaño? Honneur des hommes, etc. Sí, pero un honor que se deshonra a cada frase, como un burdel de vírgenes si la cosa fuera posible.Del amor a la filología, estás lucido, Horacio. La culpa la tiene Morelli que te obsesiona, su insensata tentativa te hace entrever una vuelta al paraíso perdido, pobre preadamita de snack-bar, de edad de oro envuelta en celofán. This is a plastic's age, man, a plastic's age. Olvidate de la perras. Rajá, jauría, tenemos que pensar, lo que se llama pensar, es decir sentir, situarse y confrontarse antes de permitir el paso de la más pequeña oración principal o subordinada.
- JULIO CORTÁZAR.